Ponencia presentada en la Jornada Internacional 2024 de la SPF
PSICOANÁLISIS VINCULAR, UNA CLÍNICA POR VENIR
“Elogio de una trama: componiendo y descomponiendo nuestra experiencia de formación en la SPF.”
Silvia Callirgos Patroni, Fernando Escudero Espinoza
Palabras clave: formación en psicoterapia psicoanalítica vincular, aperturas, pensamiento complejo, lo vincular, producción de subjetividad, lo singuar plural institucional, lo político lo ético, multiplicidad, polifonías.
Resumen: Proponemos hacer un recorte de nuestra experiencia de formación como psicoterapeutas vinculares, dentro de una institución como la SPF. Desarrollaremos tres lineamientos: 1. Nuestra formación como experiencia de producción de subjetividad. 2. La dimensión ética: disposiciones, disponibilidades y decisiones. ¿Cómo nos atraviesa el Psicoanálisis Vincular, desde las condiciones que la SPF propone? 3. La polifonía como condición de la multiplicidad. El cuerpo y el arte buscando su lugar en la trama de la formación.
1.Nuestra formación como una experiencia de producción de subjetividad
Todo lo que es, está en transformación continua. No existe nada inmutable. Todo está en movimiento, aunque no lo percibamos. Habitamos un modo de vida, no como una forma o un desarrollo de la forma, sino como una composición y descomposición de ritmos e intensidades, un modo de relaciones complejas, de afectaciones recíprocas en un plan de inmanencia.
Spinoza a manera de susurro, nos ayuda a reconocer el territorio desde donde pensar el tiempo / espacio de nuestra formación como psicoterapeutas psicoanalíticos vinculares en la SPF y cómo opera esta intervención / acción educativa en la producción de subjetividades. Desde ese movimiento y transformación constante, desde esa trama compleja de relaciones es que nos planteamos hacer un recorte zigzagueado y recorrer algunos pliegues en los que nos parece importante entrar, para producir aperturas y delinear preguntas, exploraciones a nuevos territorios. Componer y descomponer esta experiencia producida entre procesos simultáneos, diversos. Nuestra experiencia de formación como una experiencia labrada entre multiplicidades y diferencias. Una trama singular plural, institucional, que requiere la disposición de diversas potencias – a manera de membrana permeable – en variación constante para ir pensándose en vincularidad. Un modo de estar, de “ir siendo” desde las relaciones de esa trama, que se expresa en un “hacer con otres”, en acto.
Isidoro Berenstein en el texto “Reconsideración de la educación psicoanalítica” (2003) se hace varias preguntas: ¿Cómo producir desde la educación / formación de analistas, el cambio de paradigma hacia lo vincular? ¿Acaso conocimientos nuevos, requerirán nuevas maneras de pensar, de pensarnos? ¿Será suficiente el acceso a los conceptos, a las teorizaciones? ¿Desde dónde vamos siendo psicoanalistas vinculares?
Edgar Morin, en la publicación “Reinventar la educación. Abrir caminos a la metamorfosis de la humanidad” (1917) plantea un reto epistemológico y cultural para enfrentar las problemáticas en el contexto de crisis humanitaria de nuestro tiempo: la transformación del pensamiento racional dominante. Morin propone a partir de una epistemología de la complejidad, el desarrollo de un pensamiento crítico, multidimensional, vinculante, cuyos rasgos de inquietante confusión, ambigüedad, incertidumbre, contrasten el reduccionismo positivista. Para ello señala, será necesario revertir los sistemas educativos instituidos y los instrumentos desde los que operan, generando las condiciones que produzcan nuevas maneras de pensar. Una “metamorfosis” que no llegará sin acciones concretas. La educación como metodología social y política, confrontada a los requerimientos epocales.
Dice Alejandra Tortorelli (2016) “Las palabras dicen una época, le hablan sin saber”: “Y”, “entre”, “vincular”, “multiplicidad” “differance” Qué se abre aquí, ¿qué se anuncia, y cómo pensamos desde allí?”
Abrimos el pliegue de lo instituido y lo que se va instituyendo: nuestras formaciones y saberes previos – algunos como verdades incuestionables – nuestras maneras de pensar y de producir conocimiento. ¿Cómo esas subjetividades instituidas en determinados ideales, centralidades, fijezas, pueden dejarse afectar para producir aperturas, grietas, vacíos desde donde armar nuevos entramados de conocimiento?
Lo vincular asoma y nos toca desde su complejidad. La formación en psicoterapia psicoanalítica vincular exige un cambio de episteme, de maneras de pensar y disponer nuestra sensibilidad. Una comprensión móvil, inestable, que trasciende lo cognitivo, la cual produce afectaciones e inscripciones múltiples – no siempre reconocibles en el momento – en la manera que vamos pensando.
En una clase del segundo año de formación, Alejandra Tortorelli citada hace un momento, frente a la inquietud del grupo de cómo hacer para pensar o intervenir en “modo vincular”, dejó claro que no había ningún conocimiento o tecnicidad que replicar. Nos dijo: vayan con calma, no se apuren, “lo vincular” no es una meta a alcanzar. Es todo lo contrario: un experienciar que no puede ser forzado. Piensen en colectivo y llegará por caminos alternos.
Alejandra nos invita a entrar en ese pliegue de otra manera, a descentrar el binario instituido / instituyente, lo previo / lo actual. Nos invita a pensar en una dinámica de superposiciones a modo de relaciones complejas, una composición amalgamada, un bucle en movimiento constante, que no puede ser pensado en el orden de una secuencia, ni en tiempos en paralelo, sino a manera de espacios de producción que se nos van haciendo y revelando en inmanencia, en devenir con otres.
Volvemos al susurro de Spinoza, que nos lleva a la imagen de membrana permeable componiéndose y descomponiéndose en una trama de potencias e intensidades en variación constante. Entonces el pliegue nos lleva al entramado singular plural, institucional, que sustenta nuestro proceso de formación en ese “exprienciar” la vincularidad que mencionaba Alejandra. Nuestra formación como una experiencia de producción de subjetividad.
.
- Dimensión ética: disposiciones, disponibilidades, decisiones. ¿Cómo nos atraviesa el psicoanálisis vincular, desde las condiciones de formación que la SPF propone?
Pensamos la dimensión ética tomando nuevamente como referencia, el paradigma de la complejidad: basada en un pensamiento crítico, no reduccionista, producido en un contexto. La ética como parte del entramado social y político, en tensión constante por la multiplicidad de factores que lo componen. ¿De qué manera vinculamos la ética con la formación en psicoterapia psicoanalítica vincular?
Consideramos que desde la especificidad de la psicoterapia psicoanalítica vincular, la formación opera desde su acción educativa e institucional, como una micropolítica de transformación social, en tanto problematiza conceptualizaciones y dispositivos que jerarquizan las relaciones de poder en nuestras prácticas clínicas, nuestra convivencia social y nos lleva a preguntarnos como analistas vinculares: ¿Desde dónde armamos trama para promover los cambios que necesitamos, en esta crisis humanitaria que tanto nos afecta?.
Nos visualizamos en entramados múltiples: la teoría y la clínica vincular y las aperturas conceptuales y éticas que nos ofrecen, el diálogo inter y transdisciplinar en la contextualización de algunas problemáticas en Latinoamérica y nuestro país. Las clases, las supervisiones co-visionadas, desde las diversas experiencias personales y profesionales. Vamos habitando un pensar, un hacer y, sobre todo, un ir siendo con otres, Un espacio de formación de psicoterapeutas vinculares como un lugar de pensares, pero especialmente de quehaceres pensantes sensibles que implica diversos niveles de reflexión, de movilización frente a la problematización de saberes previos, que producen la circulación de nuevos flujos vitales de conocimiento y crecimiento. Consideramos que esta experiencia de formación, se enriquece a partir de un posicionamiento político y ético alrededor de nuestros tiempos
- La polifonía, como condición de la multiplicidad. El cuerpo y el arte buscando su lugar en la trama de la formación.
Como hemos venido señalando, la formación como psicoterapeutas psicoanalíticos vinculares, exige una “apertura de fronteras” hacia nuevas comprensiones y conceptualizaciones, así como la disponibilidad y flexibilidad para cartografiar sensiblemente territorios inéditos, haciendo uso de una multiplicidad de herramientas.
Nuestra práctica clínica se dispone en ampliaciones de campo, en experiencias que dejan al descubierto flujos, fuerzas e intensidades, climas, ritmos, imágenes. Experiencias muchas veces sin borde ni contorno, experiencias en nebulosa. ¿Cómo pensamos esas experiencias, cómo las escuchamos?
Nelson Gottlieb (2020) nos da luces: “Recomponer los fragmentos: los fragmentos son parte de las situaciones…fragmentos que no son tomados en cuenta por el “discurso oficial”. Los gestos serían fragmentos…” “El ritmo, al igual que el clima, pueden ser una característica vincular. Responder a una modalidad que no proviene de uno, hace al ritmo del hacer con otro. Así hay diferentes ritmos que permiten, o no, un pasaje afectivo, otra modalidad “de ver” y de sentir lo que va sucediendo”
En nuestra experiencia clínica, el encuentro con el otro se da desde una multiplicidad de formas, donde no solo son diferentes las imágenes que emergen en el pensar y hacer juntes, sino también son diferentes los procesos que se atestiguan. Esto nos remite a lo que menciona James Hillman (1981) quien se niega a plantear un teoría, una manera homogeneizante en el encuentro terapéutico, apoyando más bien la multiplicidad. Así, nos presenta una psicología estética o poética, basada en una fenomenología de la imaginación (Silva Panez 2015).
Tomamos una pregunta de Pablo Farneda hecha en clase: ¿cuántas maneras existen de mirar y escuchar una trama relacional? Una multiplicidad. Sin embargo, la transmisión educativa hegemónica, se ha encargado de validar un régimen privilegiado de “lectura” de significantes, signos y códigos, dejando de lado otros. Requerimos hacer una apertura a la multiplicidad de lenguajes, narrativas, más allá del logos dominante. Salir de particiones binarias: cuerpo/ mente, saberes / sensibilidades, palabra/ imágenes.
“Hibridar, mezclar, escapar de toda pureza conceptual, disciplinar, conjetural, posibilita movilidad, multiplicación de otras formas de intervenir. Recombinar dispositivos y fundamentalmente descentrar el saber” Lila Grandal.
Mencionábamos al inicio de nuestra presentación, que los cambios de paradigma, exigían cambios en nuestra manera de pensar maneras y vías alternas para el acceso al conocimiento. Consideramos muy importante, disponer en la formación para psicoterapeutas psicoanalíticos vinculares, aperturas a experiencias sensibles: el arte en todas sus expresiones – la poesía, la plástica, la música, el cine – y el trabajo corporal en relación, no solo como instrumentos específicos a ser usados en nuestra clínica, sino como parte de nuestra formación teórica y clínica, como vía regia de acceso a las conceptualizaciones vinculares. Un espacio de estudio e investigación sobre la experiencia-en-reflexión-sensible, ampliando los lugares desde donde pensamos lo vincular, abriendo nuevas grietas, espaciamientos, vacíos, inconsistencias, para generar nuevas teorizaciones.
Lo diverso, lo heterogéneo, lo múltiple, puesto a disposición desde estas otras maneras de pensar la experiencia. Lo vincular puesto a jugar, a performar, a componerse y descomponerse en un devenir continuo. El arte y el cuerpo buscando su lugar en la trama de nuestra formación, no como nuevos centros, sino más bien como movilizadores de un descentramiento a una lógica pedagógica, que ha quedado atrapada en una epistemología donde lo cognitivo ha ejercido su dominio, ocultando la riqueza de otras maneras de acceder al conocimiento.
Referencias
Bateson, G. “Una unidad sagrada. Pasos ulteriores hacia una ecología de la mente”. Barcelona. Ed. Gedisa. 2006
Berenstein, I. “Devenir otro con otro(s). Ajenidad, Presencia, Interferencia.” Cap. 7. “Reconsideración de la Educación Psicoanalítica”. Bs.As. Barcelona. Méjico. Paidos. 2004
Grandal, L. “La vincularidad en los bordes. Dispositivos de atención y formación de psicoterapeutas”
Gottlieb, N. “Sobre las experiencias en situación”. Montevideo. Noviembre 2020
Hillman, J. “El pensamiento del corazón”. Madrid. Ed. Siruela. 1981
Morin, E. Delgado, C J. (1917) “Reinventar la Educación. Abrir caminos a la metamorfosis de la humanidad”. La Habana. Ed. UH. 2017
Silva Panez, G. “El encuentro único del arte-en-relación”. Lima. Tesina de sustentación de grado de Terapeutas de artes. TAE-Perú. 2015
Tortorelli, A. “Entre”: un pensar de lo vincular”. En “Diálogos en Construcción. Espacio de pensamiento vincular.” Kleiman S. Compiladora. Bs.As. delhospital Ed. 2016